¿Qué tan bajo puede caer la licencia de las creaciones de H.P. Lovecraft? En este juego, se hace otro intento.
En King of Tokyo, cada jugador controla una bestia de proporciones ciclópeas con la consigna de convertirse en el rey de Tokio destruyendo lo más posible… digo, obteniendo la mayor cantidad de puntos posible. ¿Y cómo se hace esto? Tirando dados y tirando dados y tirando dados.
Una jugada normal consta de un jugador tirando seis dados con opción a volver a tirarlos en caso de que haya resultados que no le convenzan. Al obtener tres resultados similares se realiza la acción que corresponda, que generalmente es obtener puntos, curarse o atacar al jugador que esté controlando Tokio en ese momento. Bastante simple, bastante aleatorio, bastante divertido… si se está ebrio.
Se estarán preguntando, ¿dónde entra Cthulhu aquí, entre simios gigantes, robots alienígenas y la caprichosa mano del destino? Entra a la perfección, es la respuesta.
- José Talamantes
