La Otra Sombra Sobre Innsmouth, un caso soberbio de pastiche lovecraftiano.
Por definición propia un pastiche es, de acuerdo con la Real Academia de la Lengua: “Imitación que consiste en tomar determinados elementos característicos de la obra de una artista y combinarlos, de forma que den la impresión de ser una creación independiente”; y he aquí la grata sorpresa que nos proporciona Javier Jiménez Barco con esta obra (cuyo título tiene un maravilloso juego de palabras) que homenajea a dos elementos literarios de la literatura popular americana como es H. P. Lovecraft (Innsmouth) y a Walter Gibson (La Sombra).
La novela de H. P. Lovecraft de 1931, “La Sombra sobre Innsmouth”, es un punto culminante literario de la obra del maestro del horror cósmico, situando la trama en el pueblo costero de Innsmouth, Massachusetts (donde se narran hechos y descubrimientos inenarrables). Personalmente es de mis historias favoritas, más que nada por las primeras líneas que me atrapan y me instan a saber del hecho ahí narrado, cito:
“Durante el invierno de 1927-1928, funcionarios del Gobierno Federal realizaron una extraña investigación secreta sobre ciertas circunstancias del antiguo puerto marítimo de Innsmouth, en Massachusetts.”
El otro elemento unido a la receta es el personaje de “La Sombra”, personaje creado por la monstruosa editorial Pulp Street & Smith en 1931 y escrito por Walter Gibson en formato de novelas mensuales. “La Sombra” es un ser justiciero que combate al mal en las calles de Nueva York, siendo un millonario su verdadera identidad, (¡oh si Batman!, tú surgiste en 1939).
La Sombra utilizaba una red de aliados y junto a sus habilidades del disfraz, fundirse en las sombras, nublar las mentes de sus enemigos y el uso de sus dos revólveres, era el enemigo jurado de toda el hampa. Causando un furor en el público americano de la época llegando a publicarse de manera ininterrumpida desde 1931 hasta 1949, siendo uno de los personajes de las revistas Pulp más longevos.
Teniendo estos dos elementos: un justiciero misterioso y extraños acontecimientos en un remoto pueblo pesquero de Massachusetts, nos podremos imaginar de que va la cosa. Mi curiosidad solo podía fantasear de qué manera intrincada se hacían presentes cada uno de estos elementos y quedé totalmente satisfecho con el resultado.
Siendo un apasionado de la literatura Pulp se me hizo un manjar gozoso su lectura, cada elemento de dichas obras está presente. Cabe mencionar que no pretende emular a Lovecraft o a Gibson; sino que es una lectura fresca que busca rendir un homenaje a ambos autores de manera correcta. Siendo un texto de tan solo 44 páginas (nos quedamos con ganas de más), hace que su lectura sea ágil y nos deja con un buen sabor de boca.
Rogelio Cessario
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