XLVII CÍRCULO LOVECRAFTIANO & HORROR DE LA CIUDAD DE MÉXICO: ANOTACIONES SOBRE "EL COLOR QUE CAYÓ DEL ESPACIO" DE H. P. LOVECRAFT
El pasado ocho de noviembre se reunió el círculo para discutir y dialogar en torno a uno de los cuentos más emblemáticos del Maestro de Providence. A través de una charla apasionada desmenuzamos esta obra de horror cósmico y aquí intentaré plasmar las reflexiones terribles a las que llegué. No será esta una reseña de la obra referida, es decir; este análisis está dirigido a aquellas pobres almas que ya conocen el relato.
The color out of space es un relato de 1927 y en él, Lovecraft hace uso de varias de sus herramientas literarias favoritas. Como lo había explicado en su ensayo de 1925 (año terrible para el maestro, que se encontraba solo en Nueva York) El Horror Sobrenatural en la Literatura, “El miedo es una de las emociones más antiguas y poderosas de la humanidad y el miedo más antiguo y poderoso es el temor a lo desconocido”. Es a través de este principio que Lovecraft logra rebasar al estilo naturalista y de esa forma, derrama su aportación al género; el horror cósmico.
Uno de los rasgos definitorios del Naturalismo es la idea de que la existencia de la humanidad está determinada por fuerzas desconocidas, ingentes e incontrolables. Lovecraft introduce el miedo a lo desconocido por medio de dos vías principales, una tangencial y otra directa. La tangencial la identificamos en el relato cuando de manera deliciosa describe la zona de Nueva Inglaterra como una región en donde han sucedido “cosas” extrañas, y compara el “terror nuevo” de la granja de los Garder, “los días extraños”, con el “terror viejo” de otras partes. Es decir; utiliza el miedo a los desconocido en su acepción a lo “desconocido remoto” a la cuestión temporal, a ese terror que despierta en la humanidad el saber que hemos estado aquí (en la tierra) tan poco tiempo, que las posibilidades de terrores infinitos se vuelven claros en nuestro pasado y en nuestro futuro. En la frase “… donde el diablo concedía audiencias a lado de un extraño altar de piedra, más antiguo que los indios”, Lovecraft hace alusión a muchas de sus ideas principales de creación, nos habla del paganismo como una tradición remota, que antecede incluso a lo que los habitantes de Nueva Inglaterra consideraba como lo pasado, es decir, las tribus de los pueblos originarios.
Por otro lado, el terror a lo desconocido se proyecta de manera directa con la idea del espacio, de la inmensidad estelar y con la probabilidad de las cosas que pueda traer. Lovecraft retoma y utiliza un miedo profundo que existe en la humanidad por el espacio, por el desconocimiento de ese vasto e infinito manantial de cosas DESCONOCIDAS.
El miedo a los eventos estelares data de nuestro pasado más remoto, el camino de los cometas, la aparición de estrellas y planetas en el firmamento, y la caída de “cosas” desde el cielo han provocado en las culturas humanas, más terror que otra cosa. Ya en la antigua china se ejecutaba a los sabios que no podían predecir lo que anunciaban los cometas. En Europa y en Medio Oriente se disertaba sobre la terrible influencia que algunos astros tenían sobre las personas. El códice Mendoza nos relata cómo Moctezuma temió cuando observó dos extraños cometas que le anunciaron la próxima devastación de su imperio.
Pero no necesitamos ir tan atrás en el tiempo para darnos cuenta del miedo tremendo que nos provoca el espacio. En 1898 H. G. Wells dio a conocer su famosa novela “War of the Worlds", para 1938, en plena época moderna, Orson Welles emitió una versión de esta obra, en formato de noticiario en Nueva Jersey, la gente pensó que se trataba de una verdadera invasión alienígena y el caos se esparció por la costa este. ¿Por qué en medio de una época dominada por la ciencia y el racionalismo la colectividad reacciona de ese modo ante el terror que viene del espacio? La respuesta a esa pregunta la entendió Lovecraft a la perfección.
El Profesor James A. Anderson de la Universidad de Rhode Island, nos refiere en su estudio de 1992 Out of the Shadows: A Structuralist Approach to Understanding the Fiction of H.P. Lovecraft, sobre uno de los mecanismos usados por el Maestro de Providence en el relato del “color que cayó del espacio”, para crear un ambiente de incertidumbre, desasosiego, resignación y miedo. Este mecanismo sería conformado principalmente por la idea de la “derrota o subversión de las leyes de la naturaleza”, es decir, en palabras de Lovecraft: “Debe respirarse en ellos una definida atmósfera de ansiedad e inexplicable temor ante lo ignoto y el más allá. Ha de insinuarse la presencia de fuerzas desconocidas y sugerir con pinceladas concretas, ese concepto abrumador para la mente humana: la maligna violación o derrota de las leyes inmutables de la naturaleza, las cuales representan nuestra única salvaguarda contra la invasión del caos y los demonios de los abismos exteriores”.
Al igual que en la famosa película de William Friedkin de 1973, El Exorcista, en el relato de Lovecraft encontramos una idea muy interesante y aterradora; la derrota de la ciencia. En ambas obras se nos propone la ciencia como una farsa, la ilustración como una mentira que nos gusta porque nos dice que somos el centro del universo, que todo podemos entenderlo, que todo podemos lograrlo. Ese extraño color que vino del espacio es inclasificable, ininteligible. La ciencia queda una vez más, derrotada ante la presencia de lo desconocido, de algo que viene de más allá del universo conocido, algo que “… no era de este planeta sino uh trozo del espacio exterior, y como tal, estaba dotado de propiedades exteriores y desconocidas y obedecía a leyes exteriores y desconocidas”. Los extraterrestres de Wells, así como los “Aliens” que pelean contra Ripley y una larga lista de visitantes del espacio, responden a las leyes naturales que conocemos, se les puede matar. El color que cayó del espacio es tan lejano, que responde a leyes desconocidas, así se conforma la clave del miedo que Lovecraft logra encajarnos en el corazón; la idea de algo incontrolable, de algo que convertirá en caos nuestra incipiente y ridícula civilización ordenada por la broma que es la ciencia.
Anderson nos expone una idea muy interesante con la que cerraremos estas anotaciones; el relato del color que cayó del espacio como una analogía terrible de la corrupción del edén. La granja de los Gardner como ese paraíso de trabajo y equilibrio que es subvertido y depravado por una malignidad cósmica, que es amoral en su vastedad pero que para nosotros simples mortales, es interpretada como la obra del mal, la destrucción de la creación humana, de nuestra civilización.
Noviembre de 2019, México Tenochtitlán.
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