***************** Reseña de la Película Rara "Onibaba" ***************
"Onibaba" ("La Vieja Demonio", Oni - "Demonio", Baba - "Anciana" en Japonés) es una oscura película Japonesa de terror estrenada en 1964 y dirigida por Kaneto Shindo.
Titulada en otros países como "Onibaba, el Mito del Sexo" (en Argentina y México), "Onibaba" (España), "La Mujer Demonio" (Colombia) -no confundir con la película Mexicana de drama policiaco "Doña Diabla" (1949) de nombre muy similar pero sin relación alguna con Onibaba-.
Onibaba está protagonizada por las actrices Nobuko Otowa, Jitsuko Yoshimura y los actores Kei Satô y Jûkichi Uno.
La película está ambientada en el area rural del Japón durante el Período Nanbokuchou (1336-1392) durante una etapa sumamente cruenta de guerra civil Japonesa; debido a las batallas y las matanzas entre samurais y soldados, los agricultores y civiles se ven obligados a escapar de la guerra y dejan de trabajar sus tierras.
A causa de ello sobreviene un período de escasez y hambruna entre la población, quienes se ven obligados a hacer cosas terribles a sus congeneres con tal de sobrevivir.
La trama de Onibaba se centra en la vida de dos mujeres campesinas (suegra y nuera, interpretadas por Otowa y Yoshimura respectivamente) que sobreviven en los campos abandonados de arroz y se ven obligadas -por pura necesidad- a actos inhumanos de crueldad y baja moralidad casi inimaginables.
La temática de Onibaba es sumamente fuerte, siendo la violencia visual bastante explícita y sangrienta para la época. Además, existen varias escenas muy reveladoras de desnudos parciales que para un filme de mediados de los sesentas probablemente hayan sido bastante atrevidas y hayan generado bastante revuelo en esos tiempos.
Las actuaciones de la película son impresionantes y sobresalientes, sobre todo las de las actrices principales quienes logran expresar la desesperación y el drama de vivir como sobrevivientes en un pueblo devastado por la guerra civil y donde la muerte y la maldad prevalecen por doquier.
La fotografía en blanco y negro del filme es sumamente efectiva y las escenas panorámicas y las locaciones logran inyectarle un aire casi documental e histórico a Onibaba. Esto sumado con el uso de música ambiental incidental basada en temas originales Japoneses antiguos y de la época le inyectan un aire místico a cada una de dichas escenas.
Por otro lado, una gran cantidad de secuencias carecen de música y están acompañadas solo de sonidos reales de la naturaleza. Cabe destacar sobre todo el uso del sonido del viento en los campos abandonados de arroz -como se ve durante el intro de Onibaba- el cual le aporta un peculiar aire artístico muy moderno -y presumiblemente incluso avanzado para su época- y que sería de uso común en los tiempos actuales, sobre todo en las producciones de cine independiente de otros países posteriormente.
El horror en Onibaba es de origen humano y psicológico, pero con algunos elementos y tintes sobrenaturales e influencia de la cultura y el folklor medieval Japonés de antaño, representados en la mayoría de los posters originales del filme en la máscara "Oni" (o "máscara del Demonio") -que aparece en el arte oficial promocional de la película- y las supersticiones y creencias Japonesas antiguas en las cuales los distintos elementos de la naturaleza poseen una multitud de espíritus que a su vez influyen en la psique y el alma humana.
La trama de la película está además basada en una antigua fábula budista sobre la importancia de los preceptos morales y las consecuencias negativas de buscar solo la pura supervivencia a costa de la propia perdida de humanidad en las personas, lo cual al final acaba por convertirlas en simples animales salvajes sin ninguna concepción del bien o del mal y no en seres humanos civilizados y conscientes.
Realizada en los sesentas, en pleno auge económico del Japón después de completarse el largo período de reconstrucción de los 20 años posteriores a la destrucción de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Onibaba es una película muy diferente a las demás producciones del cine Japonés que prevalecían en esa época, las cuales en su mayoría eran de temática mucho más optimista y con una visión positiva del futuro.
Onibaba se antoja como una crítica a la autocomplacencia y el hedonismo de los Japoneses de los sesentas (sobre todo los jóvenes quienes no vivieron en carne propia los terrores y la escasez de la guerra) y un recordatorio sumamente crudo, severo y muy cruel de que el pasado fué real y que la deshumanización, las atrocidades y el horror de la guerra mundial -iniciada y causada por Japón- fueron situaciones de las cuales el pueblo Japonés fué responsable -y víctima- al final.
A pesar de lo escabroso de la trama la película triunfaría en los festivales de cine del mundo, aunque no es muy conocida en la actualidad -su servidor la descubrió casi por accidente tan solo hace unos pocos años-.
Quizá para los estándares actuales de terror muchos consideren la película algo suave y no tan aterradora. No obstante, es definitivamente una buena recomendación para tener la oportunidad de apreciar una película de horror sobria y hermosamente filmada, realizada a manera de película de cine independiente de crítica social, de culto y además basada en una cultura extranjera tan antigua y tan enigmática como lo és la del Japón.
--Diego Berlanga
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