Tal vez nunca lo has pensado… tal vez sí.
En mí caso, dentro de las cirugías, uno se expone a diferentes vivencias que sólo pocas personas llegan a experimentar y la mayoría de las veces sucede por accidente… cortar músculo, hueso o extremidades enteras, el aroma de la carne o la sangre antes y después de cauterizarse. ¿Cuántos médicos piensan en esto? No lo sé, tendría que hacerse un estudio doble ciego para que alguien se atreviera a contestar con sinceridad.
El canibalismo es un tabú. Si te gusta el horror, debes haberte cruzado con el tema un par de veces. Existe un listado interminable entre relatos (Superviviente de S. King), novelas (como la que discutimos en la última reunión Al acecho de J. Ketchum), películas (Masacre en Texas, Cannibal Holocaust, Green Inferno), comics (Chew, Cannibal), series de Tv (Hannibal) y sucesos de la vida real; pero echemos un vistazo a la historia y la ciencia detrás de este asunto.
Los seres humanos hemos sido devorados por semejantes desde que nuestros primeros ancestros caminaban sobre la Tierra, desde los tiempos más remotos y en todas las regiones del planeta.
En la Prehistoria, los arqueólogos han encontrado pruebas de canibalismo que se remontan al menos hasta 800.000 años atrás. A pesar de que las marcas de cortes y de dientes en los huesos estudiados no pueden revelar las motivaciones del acto, sí ofrecen algunas pruebas de la extensión de las prácticas canibalísticas en la evolución humana.
Sierra de Atapuerca, España
Los yacimientos en la Sierra de Atapuerca, al norte de España, son la referencia sobre canibalismo más antigua de Europa. Cerca de ahí, en la cueva de la Gran Dolina, se encontraron los huesos de seis homínidos muy jóvenes, troceados con marcas de descarnado y golpes producidos con utensilios de piedra, junto a los huesos de ciervos, jabalíes y bisontes, que sirvieron de alimento.
En la antigüedad, los egipcios creían que el dios Osiris los proveía de cultivos para evitar el canibalismo. Los griegos y los romanos tenían muchas historias acerca de la antropofagia. Un ejemplo es el de Crono en la mitología griega, o Saturno en la romana, que fue representado por Francisco de Goya en su pintura Saturno devorando a un hijo.
En la biblia, el antiguo testamento menciona el canibalismo, ejemplos:
2ª Reyes 6:28-29. “Y el rey le dijo: ¿Qué te pasa? Y ella respondió: Esta mujer me dijo: ‘Da tu hijo para que lo comamos hoy, y mi hijo lo comeremos mañana.’ Así que cocimos a mi hijo y nos lo comimos; y al día siguiente, le dije a ella: ‘Da tu hijo, para que lo comamos’; pero ella ha escondido a su hijo.”
Deuteronomio 28:53. “Entonces comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que el señor tu Dios te ha dado, en el asedio y en la angustia con que tu enemigo te oprimirá.”
Sin olvidar el simbolismo caníbal de la Eucarestía
En culturas de la América precolombina, la carne humana era alimento de los dioses, y de allí derivaban los sacrificios humanos.
Tribu caníbal
El origen de la palabra «caníbal» viene de una tribu llamada Caníba o Caribe quienes vivían en ésta región y que según los conquistadores españoles, consumían carne humana. Pero se cree que esta acusación era falsa y formaba parte de una estrategia para presentar a los mesoamericanos como salvajes despiadados en Europa.
Bartolomé de las Casas, en su “Historia de Indias” afirma que nunca se realizaron sacrificios humanos ni canibalismo:
“...Esto de sacrificar hombres y comerlos, como dice Gómara, yo creo que no es verdad, porque siempre oí en aquel reino de Yucatán que ni hobo (arc.) sacrificios de hombres, ni se supo qué cosa era comer carne humana, y decirlo Gómara, como ni lo vido (arc.) ni lo oyó sino de boca de Cortés, su amo y que le daba de comer, tiene poca autoridad, como sea en su favor y en excusa de sus maldades; sino que esto es lenguaje de los españoles y de los que escriben sus horribles hazañas, infamar todas estas inversas naciones para excusar las violencias, crueldades, robos y matanzas que les han hecho, y cada día y hoy les hacen.”
El Señor de las Limas
Sin embargo, aunque la historicidad de los sacrificios en la América prehispánica es un hecho establecido para los antropólogos actuales, no así el canibalismo.
Los olmecas (la primera gran civilización mesoamericana) sacrificaban infantes, ya que se han encontrado esqueletos completos de recién nacidos asociados con el ritual olmeca que muestra a bebés laxos o flácidos, como la enorme piedra labrada “El señor de las Limas”.
Para los mayas el auto sacrificio, el derramamiento de la sangre y el sacrificio de la decapitación humana eran obsesiones supremas. Los sacrificados casi siempre parecen niños.
Tzompantli (altar donde se empalaban ante la vista pública las cabezas aún sanguinolentas de los cautivos sacrificados con el fin de honrar a los dioses) asociado al Templo Mayor, Códice Ramírez.
En Teotihuacán, el sacrificio por extracción del corazón fue una práctica importante. Los huesos encontrados en las Pirámide del Sol y de la Luna hacen suponer que se realizaban sacrificios a Tláloc.
En tierras de los toltecas, se encontraron 24 niños cerca de las viejas ruinas de Tula, que habían sido decapitados y enterrados con figurillas de Tláloc. Los restos fueron fechados de 950 a 1150 EC.
La Enciclopedia Británica, menciona: “El ofrecimiento sacrificial de humanos a un dios ha sido bien establecido sólo en pocas culturas. En lo que hoy es México la creencia de que el sol necesitaba de alimento humano condujo al sacrificio de miles de víctimas anualmente en los rituales del calendario azteca y nahua del maíz. Los incas restringían sacrificios masivos a la ascensión de un soberano.”
De cualquier forma los mexicas y los mayas, serán recordados por comer los corazones de aquellos a los que sacrificaban, y por documentos españoles como éste:
«Era cosa notable lo que nuestros indios hacían y decían aquel día a los de la ciudad: unas veces los desafiaban, otras los convidaban a cenar, mostrándoles piernas y brazos, y otros pedazos de hombres, y decían: "Esta carne es de la vuestra, y esta noche la cenaremos y mañana la almorzaremos, y después vendremos por más; por eso no huyáis, que sois valientes, y más os vale morir peleando que de hambre"; y luego, tras esto, nombraban cada uno a su ciudad y prendían fuego a las casas.» - Historia de la conquista de México de Francisco López de Gómara.
El sanguinario Imperio Azteca
En Sudamérica, los mocovíes y los guaraníes del período colonial, fueron sumamente belicosos y esto se ligaba a otras prácticas como el consumo de la carne del adversario y la obtención de cabezas-trofeo de los enemigos.
Captura de Valdivia
Se dice que el toqui araucano Lautaro, cuando capturó al español Pedro de Valdivia (conquistador de lo que sería Chile), primero torturó a Agustinillo el criado; luego Pedro fue torturado, desnudado y con unas conchas filosas llamadas pellos, Lautaro hizo arrancar la carne de los antebrazos de Valdivia, ésta fue asada ante sus ojos y luego consumida por Lautaro, en venganza.
El emperador inca Atahualpa ha sido acusado de canibalismo, ya que solía tomar bebidas en el cráneo de su hermano Huáscar, a quien hizo asesinar. Así que, nada de “Bone Tomahawk” en los nativos americanos… que se pueda comprobar.
Bone Tomahwak (2015), un escalofriante western que muestra a los más brutales y salvajes caníbales
Otra historia que parece ser sólo una leyenda, es la de Alexander "Sawney" Beane, quien fue el jefe de un clan de 48 personas, que en algún momento del siglo XVI presuntamente fueron juzgados y ejecutados, ya que asaltaban a los viajeros para robarles, asesinarlos y cometer actos de canibalismo y vampirismo con sus cuerpos a más de 1000 personas. Esto sucedió cerca de Edimburgo, pero se dice que no es real y fue la intención de los ingleses de desacreditar a Escocia durante el Levantamiento jacobita. Esta historia inspiró la novela Al acecho antes mencionada.
En Europa a finales del Medievo y abarcando la Era Moderna (siglos XII a XVII), pedazos de momias egipcias se vendían para ser usados en la preparación de remedios para distintas enfermedades, comprados por boticarios y médicos, que pensaban que curarían todo; la sangre y los huesos de los muertos se usaban como ingredientes mágicos. Los verdugos vendían la sangre de sus víctimas y se recomendaba beberla fresca.
También Paracelso recomendaba beber la sangre fresca, pero existieron recetas que enseñaban a conservarla en forma de ungüento o mermelada para tratar problemas circulatorios. Siguiendo esta lógica, se recomendaba el consumo de fragmentos de cráneo humano, diluidos en alcohol, para aliviar los dolores de cabeza, y de testículos para incrementar la potencia sexual.
Leonardo da Vinci escribió: “Preservamos nuestra vida con la muerte de otros. En una cosa muerta la vida insensata permanece y cuando ésta se reúne en el estómago de los vivos, recobra sensibilidad y vida intelectual.”
Otras recetas de medicina caníbal, utilizadas no sólo en Europa, son:
Mielificación humana: En esta receta China de 1597 (pero tomada de los árabes y estos a su vez de los asirios), una persona que decidía sacrificarse, empezaba el proceso antes de morir. Sólo comería miel por un mes y también se bañaría a diario con miel. Al morir, el cadáver era introducido en un sarcófago lleno de miel donde permanecería 100 años. Al extraerlo, se obtenía el ingrediente principal de una medicina que servía para curar heridas o fracturas.
Las gotas del Rey: Se hicieron populares gracias a Carlos II, el líquido contenía cráneo pulverizado y se decía que aumentaba el vigor.
Hígado y sangre de gladiador: Los romanos creyeron que curaba la epilepsia. Contaban con una aportación regular gracias al sangriento deporte.
Esencia de cerebro humano: Durante el siglo XVII, algunos doctores británicos prescribían el destilado de la pulpa del cerebro de un hombre asesinado violentamente para curar todas las enfermedades craneales.
Sudor de un hombre moribundo: La transpiración de un enfermo terminal se usaba para curar hemorroides.
Ungüento de grasa humana: Se decía que ayudaba a disminuir el dolor articular y los calambres musculares, la grasa de los muertos se mezclaba con cerveza. Se cree que esta práctica continuó en Holanda hasta 1920.
Todas estas creencias podrían explicar por qué eran tan comunes los saqueos de tumbas, que hasta hace tiempo se atribuían exclusivamente a la búsqueda de prendas valiosas o para el estudio clandestino de la anatomía humana.
No te pierdas mañana la continuación de este macabro estudio del canibalismo... veamos que pasa en la era contemporánea, ¿hemos sido civilizados? ¿Qué orilla a una persona a cometer semejantes actos? Cuando alguien recurre al canibalismo ¿se convierte en un monstruo?
- Dr. Morgendorffer
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